Emilio “Millito” Navarro Soto fue conocido por ser el primer puertorriqueño en participar en las Ligas Negras en Estados Unidos y por su habilidad al correr las bases en el béisbol. Nació un 26 de septiembre de 1905, su lugar de nacimiento fue en Patillas y se crió en Ponce, Puerto Rico. Su padre era un zapatero muy conocido, pero falleció cuando Emilio tenía apenas solo 6 años de edad. Su madre se mudó a Ponce, en donde tenía otros familiares. Desde muy pequeño Emilio ayudó a su familia económicamente vendiendo cosas como hielo, periódicos, etc. Llegó a asistir en la escuela pública de Castillo y tenía un trabajo después de sus clases como limpiabotas y entregaba alimentos que su madre hacía para poder mantener a su familia.
Antes de que entrara al béisbol, ya Emilio participaba en deportes de pista y campo, como lo fue en el salto largo y en yardas con obstáculos. Llegó a conseguir la marca de 20’-11” en salto largo y la de las 220 yardas con obstáculos. La primera vez que Emilio Navarro se relaciona con el deporte de béisbol fue cuando decidió ir a ver el equipo de béisbol de su escuela. Hubo en una ocasión en donde Emilio no tenía dinero para poder entrar a ver el juego, así que decidió entrar subiendo por la verja hacia el campo adentro. Justo en esos momentos, uno de los jugadores no se sentía bien de salud. El entrenador del equipo vio a Emilio acabando de saltar por la verja, le preguntó si podía tomar el lugar del jugador que acababa de irse. Emilio estuvo de acuerdo con la pregunta, y fue así como comenzó a jugar béisbol en Puerto Rico de manera semiprofesional.
Tiempo después de que Emilio llegara a graduarse de la escuela superior “Ponce High School”, Emilio recibió una oferta de beca para la Universidad De Puerto Rico en Mayagüez, pero él prefirió quedarse con su familia y seguir ayudándola. Ya a la edad de 23 años, Emilio sintió que ya estaba más que listo para poder jugar en las Grandes Ligas en Estados Unidos. En el 1922, Navarro comenzó jugando para el equipo de Piratas Cofresí de Ponce, y luego pasó a jugar con los “Cubans Stars” de las Ligas Negras estadounidenses en el 1928. Para ese tiempo, Estados Unidos era un país con segregación racial y el color oscuro de piel de Emilio era un gran obstáculo para poder entrar a las Grandes Ligas.
Por esta razón, un grupo de negociantes de las dos razas decidieron crear sus propias ligas, las cuales llegaron a llamar las Ligas Negras. Dos de los equipos eran los “Cuban Stars”, y los “Cuban Giants”, Navarro jugó para los dos equipos. Estuvo dos temporadas con los “Cuban Stars” y consiguió el promedio de bateo de .337. Luego de haber jugado por dos años con las Ligas Negras, Emilio viajó a República Dominicana y a Venezuela y jugó en los equipos de béisbol de esos países.
Para cuando los juegos de béisbol habían recibido integración racial, Navarro ya estaba residiendo en Puerto Rico. Su experiencia y conocimiento en el beisbol le permitieron tener éxito como uno de los fundadores del equipo profesional de béisbol de los “Leones de
Ponce” en Ponce. Emilio entró a la Liga Profesional de Béisbol de Puerto Rico en el 1938, a los 33 años de edad. Allí contribuyó de varias formas a su equipo “Los Leones” por casi 20 años.
En el año 1943, Navarro se retira de jugar el béisbol profesional y ejerce como administrador del Estadio Francisco Montaner de Ponce y como un maestro de Educación Física en varias escuelas de Ponce y Caguas, ocupó esas posiciones por 10 años (1942-1952).
El 27 de abril de 2011, Navarro fue hospitalizado en el Hospital San Lucas de Ponce después de tener un leve ataque al corazón. Fue transferido a la Unidad de Cuidados Intensivos el 28 de abril luego de pasar por un accidente cerebrovascular. Dos días después murió, 30 de abril de 2011 a los 105 años de edad, por no poder recuperarse de los efectos del derrame cerebral. Dejó tras sí a cuatro hijos, once nietos, nueve bisnietos, y un tataranieto.
El 1 de mayo de 2011, los New York Yankees guardaron un minuto de silencio antes de que comenzara su juego contra los Blue Jays para honrar a Emilio Navarro. El municipio nombró “Ciudad Deportiva Millito Navarro” a su complejo nuevo de deportes.
Milgeralis Miranda Melecio
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