Mientras Mexico tiene a Frida Khalo y Chile tiene a Gabriela Mistral, Puerto Rico tiene a la muy conocida Julia de Burgos. Una vida breve y llena de desamor y dolor y de poemas que le llegan al corazón a todo aquel que les lee. Una vez se conoce un poco sobre la vida de esta gran poetisa, podemos darnos cuenta que, aún pasando por una serie de situaciones , Julia de Burgos siempre mantuvo la misma voz en su poesía. Julia Constancia Burgos García
nació en el barrio Santa Cruz en Carolina, Puerto Rico el 17 de febrero del 1914. Durante su
adolescencia, asistió a la escuela superior de la Universidad de Puerto Rico y logró graduarse de la misma a través de becas que consiguió gracias a su gran intelecto. En 1933, a sus 19 años de edad, obtiene su título de la Universidad de Puerto Rico
en pedagogía. Al año siguiente comienza a trabajar en la Agencia de Rehabilitación Económica (PRERA) distribuyendo alimentos para los pobres. Aquí es donde conoce a
quien se convierte en su primer esposo, Rubén Rodríguez Beauchamp. Luego del cierre de PRERA, comienza a trabajar como maestra en Naranjito. Durante esta misma época, escribe su muy conocido poema “Río Grande de Loíza” cuyo último
verso lee como sigue:
“¡Río Grande de Loíza!... Río grande. Llanto grande. El más grande de todos nuestros llantos isleños, si no fuera más grande el que de mí se sale por los ojos del alma para mi
esclavo pueblo.”
También escribió para un programa de radio infantil, donde fue escuchada y conocida por ser una mujer elocuente a la hora de defender sus puntos en cuanto a
la justicia social y la independencia de Puerto Rico. Luego de tres años, ocurre su divorcio, pero en 1938, conoce a quien se convierte en el amor de su vida y segundo esposo, Juan Isidro Jimenes Grullón, hombre médico y sociólogo de República Dominicana. Se mudan a Nueva York en 1940 y luego se trasladan a La Habana. En 1942 ocurre el precipitado fin de la
relación y Julia vuelve a Nueva York. Durante este periodo de su vida, estuvo muy activa dentro de recitales de su poesía y era invitada a múltiples actividades por puertorriqueños que aquí vivían. Conoce a Armando Marín, y dado a las circunstancias y
despechada se casa con él y se muda a W*shington D.C. Aunque casada nuevamente,
Julia de Burgos aún sentía el fuerte dolor que deja un corazón roto y cayó en depresión. Esto sin mencionar que sufría de cáncer y inestabilidad psicológica. Ahogó sus sentimientos y lágrimas en la bebida y se convirtió adicta a la
misma. Debido a esto, en 1946, es diagnosticada con cirrosis del hígado.
Julia de Burgos fue una mujer que impactó no solo con su poesía, sino también por romper barreras que en aquella época no se podían romper por el simple hecho de ser mujer. En 1932, ya había pasado por proceso de divorcio, de a otros, conocía la bebida y el cigarrillo. En fin, hizo cosas qué tal vez para este entonces eran no esperadas de una mujer. Tuvo un final trágico, pues el 6 de junio del 1953 fue en hallada inconsciente en medio de Fifth Avenue. Una vez es llevada a un hospital en Harlem, Nueva York, muere de pulmonía. Debido a que no llevaba identificación alguna con ella, fue sepultada a sus 39 años de edad en el cementerio de Hart Island bajo el nombre de Jane Doe. El 28 de junio de este mismo año, es identificada y ya el 6 de septiembre, su cadáver es transportado a Puerto Rico.
Perp aún después de su muerte, Julia de Burgos vive. Vive en las almas de jóvenes poetas
puertorriqueños, en la cultura de nuestro país. En 1987, el Departamento de Español del
Recinto de Río Piedras de la UPR le concede el doctorado Honoris Causa. Hoy día hay escuelas que llevan su nombre, e incluso avenidas. Así mismo como vive en Puerto Rico, vive fuera de nuestro 100x35. En la ciudad de Nueva York está el Centro Latino Julia de
Burgos en Manhattan y en Harlem, muy cerca de la esquina
donde cayó al suelo inconscientes, el Centro de Arte Julia de Burgos.
“Dejarse vencer por la vida es peor que dejarse vencer por la muerte”
Julia de Burgos
Yeisa Alejandro Pérez
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