Amiga, poeta, defensora de los derechos humanos, abogada, periodista, son pocos de los atributos que se le pueden dar a un ser que ha vencido montañas de prejuicio, la cual porta el nombre de Ana Irma Rivera Lassen. Ana nació el 13 de marzo de 1955 siendo la tercera de cuatro hermanos. Desde niña lo decía preguntaba todo y sus padres Eladio Rivera Quiñones y Ana Irma Lassén Figueroa naturales de Loiza se lo estimulaban de la manera más positiva, a pesar de que ellos tuvieron una crianza muy tradicional. Por esto y mucho más Ana le da muchas gracias a sus padres ya que como ella recuerda jocosamente no era una hija fácil y no solo esto, si no ellos también fueron los que dieron paso a formar la persona que ella es hoy y como ella misma dice "No pude haber sido lo que soy hoy de la nada".
De sus padres heredo muchos valores que la caracterizan "A mí me criaron a caminar derecha, orgullosa de ser una mujer negra". Ana se graduó de la Escuela Secundaria Juan José Osuna a la edad de 16 años. La decisión de Ana de estudiar derecho no estuvo desde el principio en la mente de ella cuando terminó su bachillerato en Humanidades en la Universidad de Recinto de Rio Piedras a los 19 años, a pesar de que mirando atrás en su vida siempre se vio ejerciéndolo desde muy niña. Sin embargo, quería ser periodista, inclusive mientras estudiaba en la WIPR, junto con otros estudiantes, grababan un programa de radio para niños que se llamaba "Jardín Infantil" del cual Ana aprendió cosas bien importantes que a lo largo de su vida la han ayudado, como; perderle el miedo a los micrófonos y a desenvolverse muy bien en los medios de comunicación. Inclusive durante los primeros activismos feministas hizo la revista "El tacón de la chancleta" además tuvo una columna en el desaparecido periódico El Reportero que se llamaba "La mujer del siglo XXI". Pero lo que la motivo a estudiar Leyes era que ella desde niña estaba abogando por cambiar mucho del Derecho sobre todo lo relacionado a los derechos de la mujer en esa época. Así que cuando se gradúo del bachillerato solicito en la Escuela de Comunicaciones y en la Escuela de Derecho y como curiosamente puedo escribir, la aceptación de la Escuela de Derecho llegó primero así que, entró. Dando paso a él gran legado que ha dejado en nuestra isla Puerto Rico.
Ana actualmente ejerce su labor como abogada y es la presidenta del Colegio de Abogados además, de haber sido profesora en diferentes universidades de Puerto Rico. Pero sin duda su labor principal siempre ha sido defender los derechos irrevocables de cada vida como activista. Comenzando y terminando por poner fin a los discrímenes y al racismo de todo tipo, empezando por marcar la historia de Puerto Rico alcanzando la presidencia en el Colegio de Abogados siendo negra. Aunque para ella estos cambios culturales toman demasiado tiempo en hacerse en su caso como afro-descendiente en tomar tal puesto en los 172 años desde la fundación del Colegio. Desde niña estuvo muy consciente de lo que era el racismo hacia las personas negras y se prometió a si misma cambiar las cosas. Además, es Destacada militante feminista y cofundadora de "Mujer Intégrate Ahora" (MIA), portavoz de FEM desde 1983 y sus trabajos con CLADEM han demostrado que Ana prefiere las acciones más que las palabras.
A pesar de que Ana ha sentido el discrimen a lo largo de su vida su activismo hacia los derechos humanos no viene solo de este factor si no por su simple conciencia de que la discriminación no debe existir. Inclusive aunque ella defiende a la comunidad LGBT a la cual ella pertenece, respeta la expresión de la religión. Además de su gran labor como abogada y activista Ana también tiene un corazón poeta. Aunque todavía no ha lanzado su propio poemario no pierde oportunidad para sacarle un poema a algo "La poesía es la manera en que toco la tierra”. Su poesía combina algunos de los temas que ella trabaja como lo es la raza, pero también escribe sobre muchas otras cosas como el amor, el desamor, la patria y la muerte. Su último poemario se lo escribió a su papá mientras iba adentrándose en los efectos del Alzheimer.
Ana ha recibido un sin número de reconocimientos por todas sus labores. En el 2003 recibió la Medalla Capetillo-Ruqué del Senado del Estado Libre Asociado de Puerto Rico por sus aportaciones para lograr la equidad de género y mejorar las condiciones sociales de la mujer puertorriqueña y por sus luchas a favor de los derechos humanos. En el 2007 el Colegio de Abogados le otorgó la medalla Nilita Vientós Gastón por su labor humanista y defensora de las artes y en el 2009 le otorgaron el premio de Colegiada del año. Hoy a sus 63 años se mantiene siempre con ese portaestandarte del valor de la defensa de los derechos en un Puerto Rico cambiante y como ella misma dijo "Yo lo que aspiro en el tiempo que me queda de vida, es continuar viendo cómo cambian las cosas". Manteniéndose siempre bien agradecida de haber tenido el privilegio de estar en momentos con otras compañeras y compañeros en que se necesitaban impulsar acciones. Y podemos tener sin duda alguna que nuestra querendona Ana Irma Rivera Lassen será la primera en responder a cualquier llamado humanitario que se presente, siempre siendo ese faro de luz que guiará a las siguientes generaciones.
Danéliz Pérez
Bibliografía
http://aulaintercultural.org/quien-es-quien-en-interculturalidad/ana-irma-rivera-lassen/
http://afropuertorico.blogspot.com/2012/06/afropuertorriquenos-ana-irma-rivera.html
https://www.elnuevodia.com/estilosdevida/hogar/nota/mujerdeintersecciones-1264798/
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